viernes, 28 de septiembre de 2012

Amparo Muñoz: la vida es el precio



Hay momento en la tele que enganchan y que no se te olvidan. Echo mano de los recuerdos para acordarme de la agonía de Omayra, la niña del volcán colombiano del Nevado del Ruiz del año 1985, la tragedia del estadio Heysel de Bruselas del mismo año o, más recientes, el incendio de la torre Windsor, Mayra Gómez Kemp anunciado que tiene un cáncer o Amparo Muñoz en una de sus últimas imágenes.

Sobrecogía ver cómo se mostraba débil, con poco que ver con su pasado. Fragilidad es lo que transmitía. Para mí fue un pequeño shock. Cuando era niño me sonaba su nombre como mujer asociada a las drogas, incluso a los rumores de estar terminal de SIDA. Más tarde me deslumbró en Familia de Fernando León de Aranoa y en Fotos de Elio Quiroga y poco después volvió a desaparecer, salvo intervenciones en algunos programas del corazón.

Al saber tan poco de ella he devorado su libro de memorias La vida es el precio, para ver cómo exponía su vida. Editadas en 2005, transmite en ellas una imagen serena, más o menos feliz consigo misma y soltando lastres del pasado.


martes, 25 de septiembre de 2012

Vicky Larraz: del hucaracán al terremoto


Me atrevo a decir que Vicky Larraz es la artista de España en los 80. No es Alaska (que siempre recuerda que empezó en los 70), Ana Curra, Kiki d’akí o Rubi (y los Casinos) [por poner algunas de las que me interesan]. Vicky Larraz está de vuelta como está mostrando estos días en muchos medios de comunicación (felicito al jefe de prensa, porque se está haciendo ver y sonar). Ella misma ha creado el título de esta entrada: de Huracán (su último disco, de 1989) al single Earthquake [Terremoto] que se publica hoy.

Yo tengo asociado a Vicky Larraz a un gran enfado: la noche del 24 de octubre de 1987 no funcionaba la antena de televisión de mi casa y me quedé sin ver su tercera posición en el Festival de la OTI de ese año. Un drama comparable a que se vaya la antena en las campanadas, el final de Farmacia de guardia o el gol del Mundial. Ese año bailábamos continuamente con coreografía de castañuelas incluida en el recreo del cole (entonces, 3º o 4º de EGB, no lo tengo claro) su Bravo Samurai.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Veintiún años sin Tino Casal



No tengo guardado en la memoria el 22 de septiembre de 1991, día en que murió Tino Casal en accidente de tráfico, como recogió el Telediario de ese día (agradezco que alguien me dé el nombre de la presentadora, una especie de Rosa León, que mis neuronas no han almacenado ni creo que la mencionan en la entrada de la Wikipedia del Telediario...). 


Es curioso ver cómo los presentadores del Telediario han dejado de ser bustos para ganar algo de centímetros, como demuestra Ana Blanco al presentar el año pasado la noticia del 20º aniversario de la muerte de Tino Casal.
 


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Tristeza de amor (Televisión Española, 1986)



No quería mencionar a Vanica Doble ya en los inicios de este blog (no, no están en el collage de la entrada anterior) pero revisitando Tristeza de amor, veo que le pasa como a Con las manos en la masa: su sintonía (la de Tristeza de amor, de Hilario Camacho; la de Con las manos en la masa, de Vainica Doble y Joaquín Sabina) es lo más conocido. Aquí tenéis la cabecera de la serie:http://www.youtube.com/watch?v=OmhyS8He2LE



Emitida en 1986 por Televisión España la descubrí en el verano de 1996, si no me falla la memoria (hay datos que prefiero no googlear, sino fiarme de mi memoria intuitiva). Si no recuerdo mal, los lunes por la noche, tras La Doctora Quinn, emitieron esta serie. Os recomiendo que la rescatéis en el DVD, que tenéis en esta edición. La calidad de imagen de los DVD es deficiente, pero en fin, es la única manera que hay de verla (aquí, como en las buenas tienes, es todo legal, no tan fresco, que la serie ya tiene 28 años...).
La intrahistoria de la serie la tenéis narrada por el hermano de su director, Eduardo Mallorquí, que la narra en el siguiente blog:lhttp://www.youtube.com/watch?v=OmhyS8He2LE

La serie ha pasado a la historia por ser la primera serie de TVE grabada en vídeo y, para mí, como espectador de 34 años en el año 2012, como una serie moderna y que refleja a la perfección los cambios de los años 80. Intentaré explicarla sin acudir a una de las palabras de esta década, los spoiler (es decir, el contenido de los puntos clave de la serie).

No sé si estoy seguro, pero tal vez sea la primera serie donde se trate la homosexualidad masculina de una manera neutra, incluso positiva, y sin tópicos de las locas de otro tipo de productos del destape (y postdestape); lo mismo con la transexualidad o con la liberalización de la mujer.

Su protagonista, con encabezamiento diferenciado respecto al resto de actores, es Alfredo Landa, que, sin ser una de mis filias, hay que reconocer que cumple y resulta muy creíble, sobre todo en sus enfados, más que en su variante de enamoradizo como Ceferino Reyes, que vuelve a España después de una temporada fuera de España.

Como coprotagonista femenina una Concha Cuetos en la cresta de la ola antes de caer en las salas oscuras del doblaje, como la situaba Antonio Mercero al ficharla para Farmacia de guardia. Entonces no se había operado (o tapado con maquillaje) las bolsas de los ojos ni blanqueado los dientes. Era pareja entonces del director de la serie, Manuel Ripoll, y se nota, sobre todo en los primeros capítulos, como su personaje de Carlota Núñez está cuidado al máximo, como locutora de radio, supongo que algún trasunto de las Encarna Sánchez o Mariví Dominguín de la época (lo siento, pero el mundo de las locutoras de radio de los años 80 no lo domino).

Sus secundarios son fuertes y de la primera vez que vi la serie se me quedó guardado el de Walter Widarte, llamado Damián Pereira. Reconozco que a este actor solo lo he visto en esta serie y en la muy recomendable película La noche de los girasoles (2006), en un duelo interpretativo de los que se quedan en las retinas con Césareo Estébanez como habitantes de un pueblo semiabandonado. Aquí se luce como ese personaje de borrachín entrañable que podría trabajar en una radio, en un instituto, en un hospital, etc. 

Me ha hecho gracia ver cómo chica de alterne muy relacionada con su personaje a Cristina Rota, la hoy muy renombrada profesora de actores y cuya presencia en la serie no figura en la biblia del IMDB dedicado a la serie (http://www.imdb.com/title/tt0090537/fullcredits#casthttp://www.imdb.com/title/tt0090537/fullcredits#cast). Minipunto negativo para la IMDB...
Uno de los personajes más ricos es el interpretado por Fernando Hilbeck, el viejo Werther. Difícil de explicarlo: una especie de locutor cursi, como de otra época (reconozco que ahora me viene a la cabeza el Bate de La Radio de Julia (Otero) de Onda Cero, por si alguien lo conoce...). Era raro su matrimonio con Conchita Montes (la protagonista de Nada) -19 años de diferencia en el fondo no son nada...- y su evolución es de las más interesantes. A Hilbeck tal vez algunos lo tenéis asociado a ser el padre de Quique en Verano Azul; yo lo recuerdo también de una telenovela hispanoitaliana de principios de los noventa, Yedra (aquí teneís la sintonía de esta serie, que esto es como un cesto de cerezas..., triste a más no poder http://www.youtube.com/watch?v=3LU0MRUuIzc).
 
Uno de los personajes más entrañables es el de Marisa Lahoz, Lita, como secretaria de la redacción del programa. Creo que más de uno imagina así a su hermana mayor, tía, madre, profesora, etc. que por esos años tenía veintitantos años. Refleja como pocos papeles femeninos la evolución de la mujer española en los ochenta, dudando entre estar en casa con la pata quebrada o bien evolucionar en su carrera profesional. Me alegra que su intérprete siga más que activa (reconozco que no la tenía fichada hasta verla en esta serie) y me consta que entre los seguidos de Amar en tiempos revueltos es muy seguida. 

La otra cara de la moneda la representa el más veterano de los actores, el tirando a facha y retrógrado u homófobo jefe de la cadena de radio COI Fermín Rivera interpretado por Eduardo Fajardo. En la serie queda involucrado en una trama con Nadiuska, en su último papel durante los años 80.

Los personajes más desdibujados son los de dos de los dos actores con más proyección de Tristeza de amor, Carlos Larrañaga, como Sebastián Figueras, ejecutivo de la radio que tiene que bregar entre los jefes y los empleados. El papel de Emma Suárez como Leticia, sobrina del personaje de Concha Cuetos tiene presencia casi única para ver estilismos ochenteros a más no poder.
En esta foto veis el edificio Windsor, en el que se desarrolla la serie. Supongo que algunos os quedasteis enganchados a Salsa Rosa en la madrugada del sábado 12 de febrero de 2005 cuando el hombre pegado a un pinganillo Santi Acosta dio la noticia de que se estaba quemando el edificio. Ahí empezaba o acaba la generación (post)Windsor; el tiempo dará la razón.

Otro de los escenarios hace que sonriamos, son las hamburgueserías Wendy’s, que como chico de provincias, nunca llegué a conocer. Más sobre Wendy’s aquí. http://blogs.vandal.net/62010/vm/1534508102011
Me queda pendiente leer la novela de la serie. Si alguien la ha leído, que me diga si merece la pena...


Por qué este blog



¿Por qué este blog?

Pues básicamente porque siempre me pasa lo mismo: veo, escucho o leo algo y luego busco información en internet. Y siempre me paso lo mismo: no hay nada o casi nada, y al final me quedo con ganas de intercambiar la información.

Por eso, para completar un poco de información de series y programas televisivos (de los ochenta, de los noventa, de los setenta), discos, películas, o algunos discos creo este blog.
 
Los que vean este altar de filias me entenderán. Los que reconozcan gran parte de los que aquí aparecen son bienvenidos. Habrá almas gemelas que los reconozcan (casi) todos. Venga, anímate en los comentarios a ver a quién o qué reconoces...